Fakebook: miénteme al oído

Abstract

Facebook ha vuelto natural que lo "social" de las redes sociales consista en compartir la vida privada de los usuarios. Pronto supimos que mientras nosotros compartíamos a destajo Facebook nos compartía con terceros: primero económicos, y luego políticos (aunque la distinción es ardua). Y luego nos percatamos de que nuestro compartir servía para que esos terceros afinaran los mensajes que nos enviaban, hasta el punto de decirnos lo que deseábamos escuchar, aunque no fuera muy honesto. Así que la comunicación en redes sociales adquiere esta forma básica: yo hago confidencias, porque creo estar entre amigos. Alguien a quien yo no he invitado me escucha (o es que yo en realidad soy un indiscreto, se me calienta el bocado, y no sé muy bien delante de quién estoy hablando). Sea como sea, ese tercero, con esa información que ha obtenido de mí, se me acerca y se amiga conmigo, comiéndome la oreja con aquello que yo quiero oír, aunque no sea la verdad (porque sabe lo que yo pienso o siento o deseo o temo, aunque yo no sabía que podía saberlo, y lo atribuyo a una afinidad electiva o a una feliz coincidencia que me halaga y me seduce). En resumen: Facebook pretendía ser un libro de caras en el que apareciéramos a cara descubierta, pero también es un libro de máscaras. ¿Facebook o Fakebook?